Opoficción.

Publicado: 14 octubre 2010 en Uncategorized

La apertura de un primer capítulo de un cuento de Asimov o Bradbury quizás sería algo así…:

——————————————————————————————————————————–

Las peleas eran pautadas a años, y los rounds duraban meses, sin tiempos predefinidos, pero se había decidido que esta terminaría en Octubre del 2011.

El retador, arrinconado, se jugaba la vida groggy mientras el campeón lo sitiaba con sus pasos largos, elegantes y firmes, como con una danza para la que no estaba preparado para lidiar. Aturdido, se la jugaba a tirar manotazos a ver si calzaba algún gancho al mentón.

En tantas palizas recibidas entre retos y revanchas, se había percatado que cada tanto en el abrazo sucio y aliviador le propinaba algún golpe, pero entonces el campeón siempre volvía y con golpes más parecidos a cachetazos a mano abierta que a técnicos golpes de boxeo, lo mandaba a la lona. No necesitaba más que eso para un improvisado oponente. El retador insistía en estar preparado para la contienda con campañas publicitarias en períodicos y tv, mientras sus sponsors y promotores alentaban los combates y se desesperaban pensando en sus ganancias.

A sabiendas de su incapacidad, había estado preparando nuevas argucias para lograr conservar el instante que sabía que podría llegar tras un abrazo sofocante. Más calculador que idóneo y carismático, y ante el fracasó de todos sus anteriores intentos, se dedico a pensar algún método para hacer que aquellos  anhelados 10 segundos a la gloria se recorrieran en un instante. El campeón nunca había llegado a escuchar el 6.

Sabía que esta era la pelea para mantener su carrera. Esas que cada tanto se tienen para trascender o desaparecer. Al menos tenía que ganar una que lo mantuviera en una posterior revancha y en las planas de los diarios. Se había preparado con todo, hizo lo de siempre. Pagó los jueces en caso de ir a los puntos y tenía arreglado al árbitro de la contienda. Este, como siempre y como todos, a él le contarían hasta 12 o más, pero apresurado le contaría al campeón solo los números pares si acaso trastabillaba.

Ya había probado con gatos negros y tijeras, con en el bidón de Bilardo, con campañas de prensa contra la Federación y hasta con la Justicia para demorar fechas y evitar que lo caguen a trompadas en prontas revanchas si no estaba preparado. Sabía que la solución para finalmente ganar alguna vez era en parte lo de siempre, pero también sabía que iba a necesitar algo más. Iba a necesitar pegar un golpe e instantáneamente algo que acelerase el reloj. Tendría que congelar ese momento. Pensó en una máquina del tiempo o un teletransportador que los llevará súbitamente 10 segundos hacia adelante, o a Octubre del próximo año. No le interesaba otra cosa si no el campanazo e imponerse.

Sus sponsors financiaron a los más importantes científicos de la disyuntiva tiempo y espacio, quienes le diseñaron y mandaron a construir un mecanismo que eventualmente teletransportaría a los boxeadores 10 segundos al futuro. Nadie reparó en el manual de instrucciones. La algidez del momento no había permitido probarlo siquiera. Podría explotar el Coliseo, podría no haber retorno. Eso a él no le importaba y menos a sus sponsors que querían y necesitaban del título o  la destrucción del campeón. Se jugaban la vida en ello.

Llegó el final del sexto round, las pantallas mostraban una multitud en Plaza Lavalle apoyando al campeón. En el rincón al retador le hicieron cambiar guantes. Estos eran distintos. En los rounds anteriores había logrado darle algún que otro golpe, aunque él ya había tocado la lona con sus rodillas en casi todos los rounds anteriores. Mientras le ajustaban los cordones de la mano derecha, asintió la mirada con su entrenador antes de ponerse de pie y volver al ring.

Salío al séptimo round sabiendo lo que tenía que hacer. Se abroqueló como pudo en el rincón, y el campeón fue a buscarlo (por eso era el campeón, no temía trenzarse con nadie). En cuanto lo tuvo a menos de 50 centímetros se le abalanzó  en un abrazo y estando ya trenzados le tiró un derechazo al riñón. El árbitro los separó. El campeón acusó el golpe poniéndose en cuclillas, lo miró y vio como sobrexcitado, el retador intentaba pulsar torpe y reiteradamente con el pulgar de su guante izquierdo un botón rojo en la parte interior de su guante en su muñeca derecha. Lo último en escucharse fue al árbitro: «dos!…  cuat”, interrumpido por el “clic».

El Teletransportador 82

Publicado: 14 octubre 2010 en Uncategorized

La oposición juega a ser Isaac Asimov y redacta un cuento de ficción. Y lo peor, cree que es real.
El 82% se ha convertido en un estandarte de papel. Es el Cid muerto arriba del caballo.

Se vendrá el veto seguramente. Se me cruza el momento donde los solicitantes de mesa son interpelados y son  enviados a sus casas a tipear el argumentos por no poder defender la tesis de ocasión.

La oposición escribió un cuento sobre un teletransportador. Uno que te lleva automáticamente sin saber cómo al 82%. Y en el mismo, ellos quieren subirse a ver si los lleva al 2011 mañana aprovechando el fogonazo inicial del fósforo.

Uno quisiera un mundo mejor, quisiera que no hubiera hambre en África, ni en La Matanza al fondo y no tan al fondo, y para eso se trabaja. Uno quisiera el 82% para los jubilados, como quería la Asignación Universal por Hijo. Estos incapaces buscan tan solo un golpe de efecto para intentar ponerse en carrera de nuevo, y en ello juegan con toda la sociedad y la ponen en real riesgo.

Ya les pasó la doble Lole. Eso de quedarse sin nafta antes de encarar la recta final y viniendo segundos cómodos. Le están echando al tanque lo que encuentran, y acaban de meterle un inerte conejo de peluche. Usan el Congreso de trinchera, como reducto de oposición por oponerse. Porque sí y porque no.

Cleto tuvo que salir a defenderse… Lamentable para todos.

Dudaba en titular esto como «Los carapintadas»… pero son más de ciencia ficción.

Ecuador y Los Pibes del Barrio.

Publicado: 1 octubre 2010 en Uncategorized

El romanticismo del fragor de la contienda, nos hace a veces perder percepción del tamaño de los acontecimientos.

Es casi mi latiguillo recurrente «Dentro de 10 años te vas a acordar con nostalgia de este gobierno», intentando transmitir que lo que pasa en Argentina es mucho más importante de lo que el trajinado discurso anti política esgrime.

Ayer sucedió algo que también es más grande que lo que muchos imaginamos o percibimos en el momento. Ayer en pleno 2010, se volvió a sufrir un intento de golpe de estado en las entrañas de la región. Alguno comentaba con liviandad: «Se amotinaron 1000 policías por la cajita de Navidad». No podemos darnos el lujo de ser ingenuos. Esto sumado al suceso en Honduras, es claro indicador que siguen ahí. Son monos en la niebla.

Lo que sufrió Ecuador ayer, no es más que otra demostración del odio a lo social, al estado de bienestar, de la intolerancia a los pobres, y de individualismo de las clases, fundamentalmente las pudientes. Lo de Correa y sus huevos de acero es emocionante por donde se lo mire. Tantos se han ido cabeza gacha, firmando renuncias y pidiendo disculpas…

Dentro de lo triste del acontecimiento, estos hechos sirven para demostrar fuerzas si las estaban midiendo. La respuesta de Unasur fue espectacular y conmovedora. Fue la cabal muestra de que ya no se puede hacer lo que quieran, de que hay liderazgo en Sudamérica, un liderazgo real y regional. Una concepción de identidad sudamericana. Estos momentos que nos tocan son impresionantes, y serán bisagra.

Esta tarde, manejando pensaba en el hecho y se me dio como aquellas peleas de barrio, donde se armaba una escaramuza, y en minutos caían los pibes para aguantar. Eran épocas de todos por todos, y tocas a uno, tocaste a todos. Inevitablemente caí en el recuerdo de las apures con los del Pje. Muzilli, los tumultos a la salida del boliche en Flores,  de la casa de Simpson, del video de las 5 esquinas, del bicolor, y de los viajes por todos lados con el trapo.

Hoy Sudamérica se convirtió en el barrio, y Argentina hace bastante que es «La Esquina».

De nuevo primera…

Publicado: 22 julio 2010 en Uncategorized

Escribí y borré, y así 20 veces.

Acabo de decidir que esta queda, y es por mí.  De la primera entrada, básicamente una catarsis, las cosas se han movido mucho y espero lograr otra.

Ya no voy a las marchas con ella, no íbamos mucho pero en esas épocas florecimos. Cuando dejamos de marchar, nos marchitamos. River sigue en picada. Pero Cristina me emociona.

Han pasado la 125, las AFJP, la Asignación Universal por Hijo, La Ley de Medios, la Ley de la Igualdad, la Ley Contra Violencias de Género y más. Y ellos siguen intentando cooptar un trono… hoy con el 82% móvil.

Pero esta es la carta que les termina de sacar la careta. Al mismo tiempo Maurice, ya sin bigote, en un intento marketinero de aparecer a “cara lavada”, intenta auto enjuiciarse para auto absolverse. Inverosímil. Si alguien tenía dudas… se disiparon. Además de incapaz, es idiota.

Me pregunto si la oposición reflexiona sobre todo lo que deberán hacer como potencial gobierno para no quedar a la sombra. Creo que más de uno de ellos comienza a creer que lo mejor que les puede pasar es seguir tirando piedras desde afuera para bajar algún vidrio y así sobrevivir, y no tener que tomar la responsabilidad de gestionar desde el hipotético gobierno que aspiran ser.

El período de Cristina no va a ser olvidado por varias razones más allá de los importantes logros. Porque establece un estándar de capacidad de gestión y dirección pocas veces visto hasta acá. Como se sabe, para cambiar, cualquier propuesta de cambio debe ser superadora. En nuestro caso no la hay, y no completamente por desmérito de la oposición, acostumbrada a la vieja política de madriguera, sino por los méritos de este gobierno y esta presidenta.

Abel decía los otros días: “Solamente se vio esto en Argentina en 3 períodos: El Irigoyenismo, el Peronismo y el Kirchnerismo, y hoy este gobierno está mejor parado que cualquiera de los anteriores”.

Abel milita desde los 14, y al día de hoy promediando sus 60, incluso con sus diálisis diarias, no deja de asistir a cuanta charla, debate, congreso o disertación política puede. Es un referente. Es uno de esos tipos que uno quiere escuchar por su claridad de conceptos y capacidad de refexión. Y charlando de todo esto redondeó: “Este es el momento más emocionante de mi vida”.

A la semana, sin saber nada de esto, mi viejo me dijo: “Yo pensé que no iba a ver esto de nuevo“. Sacando los ojos de la ruta, lo miré por un segundo: “Es que Cristina emociona Viejo. Dame un mate.»


Abro este blog cansado de escuchar argumentos y broncas al pedo.

Argentina año -1 nos invita a pensar seriamente que tipo de país queremos, el desafío es hacerlo sin querer romper lo construido. Es decir tomar su patrimonio histórico como base al futuro. Lo bueno y lo malo, esto es saber quién es quién, que es y que fue cada cosa, y el porqué.
Lejos voy a estar de intentar ser objetivo, mejor dicho imparcial, ya que algo me impulsa a escribir este boceto de blog.
Argentina viene en recuperación de valores históricos, cierre de heridas, y ciertos reajustes que nos debíamos como pueblo… y acá la primera piedra: ¿que pueblo?

La definición de pueblo es tan noble como ilegítima, pensando como su base la sociedad argentina.

Podríamos decir que el pueblo, en parte es el mismo que en su conjunto no es capaz de reconocer bondades y defectos en un mismo actor. O que es el pueblo al que le venden candidatos y salvaciones como actimel.

En efecto, es ese mismo pueblo el que se enfrenta con el que los invisibles le dicen que se deben enfrentar. Al que le marcan desde atrás quien es el enemigo, y al mismo tiempo se lo apoyan en nombre de la dignidad ajena. El que se deja cebar con los chismes baratos de barrio para indignarse con y por causas ajenas. Es el que refrenda un sentimiento tan (pseudo) patriótico como ilegítimo, que asfixia su propio raciocinio. Es el que repite y no piensa.

Ese pueblo, el de la cacerola, del poncho y la alpargata prestada, el del plasma, la playstation, el 0 km, el del departamento nuevo, de la casa nueva, el del aire acondicionado, el que se queja de los subsidios y de la suba de los servicios públicos al mismo tiempo. A ese me refiero.

Ay qué cosa el INDEC!! – Primero hay una razón en términos macroeconómicos para analizar realmente que sucede con el índice, segundo es Ud. el que paga voluntariamente 8 pesos un kilo de tomates. Aguántese, y verá como no sucederá de nuevo. Avívese, lo están timando!

Ay que a vos te parece que quieran cerrar los diarios! – eh!?!?

Ah claro..hay que subvencionar pobres (por no decir negros) !! que vayan a laburar! – Ojalá puedan ir a trabajar y cuanto antes mejor.  Yo nací cuando mi familia ya vivía en Capital, pero mi hermana llego antes cuando alquilaban en Laferrere, y con todas las necesidades que eso puede implicar. Mis viejos laburaron de sol a sol y mas allá en una gran empresa, y que con mucho esfuerzo lograron subirse a la famosa escalera social ascendente para establecerse como una familia más de la paradigmática clase media porteña. Nunca se olvidaron de mirar para abajo.

Los jubilados ganan poco! ¿Cuánto ganaban hace 5 años y que dijo Ud. cuando Cavallo le sacó el 13%? ¿Salió con la cacerola? ¿No es acaso Ud., o un familiar suyo ama de casa y cobra hoy una jubilación?

Miles de cosas por corregir, miles de cosas por reconocer, miles de virtudes de la cuales enorgullecerse, miles de defectos de los cuales avergonzarse, miles de delitos, miles de dedos que apuntan. Inexpugnable hipocresía de un pueblo y un intento de dirigencia, en parte del oficialismo y gran parte de la oposición que sólo bastardean,  estos últimos al amparo de no tener (creen ellos) ninguna cuenta que rendir. Sino mírenlo al pobre Maurice… y su formidable gestión que lo llevó a su propio desbarranco político. A él no lo voté.

Esto será entre otras cosas, una crítica a la clase media,  que se siente tan importante, al borde de creerse con el pleno derecho de exigir y dirigir todo a su antojo por sobre otras clases, fundamentalmente sobre las clases bajas vaya uno a saber sobre qué base. Desde cuando los cortes por corralitos están bien, y los que piden un plan social son incorrectos. Desde cuando es lógico dejar de ir a cacerolear a los bancos a medida que van cobrando sus amparos, y dejan reclamando en soledad a los que todavía quedaban colgados, y hasta posiblemente se fastidien y jacten de libertinaje si algún día esos mismo ahorristas le cortan la calle por donde van con sus autos.

Como escucho a diario tantas pavadas tiradas al aire con tanta liviandad, voy a intentar se escuche mi punto de vista, sin quedar una vez más como el boludo poseído en las reuniones de mis ámbitos sociales.
No puedo con mi genio… porque creo no estar equivocado.

Para que nadie se espante: Soy Kirchnerista,  diría desde lo estático si es que existe y se permite hoy tal denominación, y más de Cristina que de Néstor. Y a ellos tampoco «los» voté… pero los sucesos a uno lo empujan a definirse, a buscar su lugar o sencillamente acomodarse, y para mí las cosas son más que claras. Por eso en forma dinámica, la descripción correcta y que mas me representa es que me convertí en kirchnerista, me di cuenta que era kirchnerista, que no tengo otra alternativa que serlo, incluso reconociendo y reclamando por todos los errores que se cometen.

No hay alternativa más que apoyar cuando en lo personal veo que hay voluntad en cambiar al país, en cambiar las formas que molestan a los pacatos, los métodos, en sumar todavía más gestión después del golpe de la 125, jamás vi un gobierno con tantos huevos, y lo quiero por mucho tiempo. Por eso me siento a escribir.

Los invito a charlar, a discutir, a pensar y a sumarse, a lo que sea…pero a sumarse (incluso a afiliarse al pro si estuviera convencidos).

Tengo cosas mucho más vehementes y violentas para decir, pero empecemos así…